Mi Mortal Intrépida
La quería, era cierto, pero no
era mía, nunca lo fue. La conocí como una diosa, la observé correr y reír, y la
descubrí como mi "mortal intrépida", nunca prisionera, nunca humana
completamente.
Así era, así la amaba...Pero, en
algún momento su estadía en mí cambió de rumbo, tal vez me quiso, tal vez llené
su historia con alguna secuela, pero no lo suficiente como lo hacían ahora.
Mi mortal intrépida se esfumaba,
llegó a convertirse en diosa sin corona, en mujer terrenal, ya que ahora amaba,
ahora era prisionera del sentir; reía y lloraba, volvía a reír, y volvía a
llorar, ya no quería su "Ser inmortal" como título terrenal, ella
solo quería amar.
Yo la observaba...con ansias de seguir amándola, ella no me dejaba. Pero la amaría igual, sería para ella, y haría para ella. Comprendía su amor, y aunque no me amaba, seguiría siendo mi mortal intrépida, diosa terrenal.
Comentarios
Publicar un comentario