Olvidándote
Escribo de
¿Con qué podría empezar?…
No es simple, tal vez el desorden no importe en este texto: Suelo decirle al
mundo que eras paz para mí, que tu presencia me generaba tranquilidad, algunos
dicen que esa esencia es especial, otros dicen que la experimenté porque me
enamoré de ti. Yo solo quiero definirla con esa brevedad, que tú eras paz.
A otros, más silentes y
prestos a brindarme un repositorio de pensamientos les cuento de tus manías: Que
se te estremecía la espalda al tocarla, nunca reiterativamente, pero que ahí
estaba dicha manía, o tal vez de tu silueta al pensar, o que no atabas las
agujetas de tus zapatillas, que apostabas a un sello o cruz en tus acciones.
A otros les cuento de tus
gustos: Que la cerveza nunca era una opción, que preferías las reuniones
pequeñas, de tu marca de chocolate preferida, o tus gustos en el dibujo, que
terminabas series tras series, amante de las historias cinematográficas.
Otras, con más nostalgia,
hablo de nosotros, empiezo por las pequeñas cosas que me llevaron a quererte:
Tu escucha continua, y el tiempo que te dabas en cada palabra. En nuestras
conversaciones perennes aparentemente, en cómo se convirtieron en salidas, para
crear ocio juntos, para calmar algunas penas, o porque simplemente queríamos
vernos. Y sobre todo en aquella madrugada, en la que intercambiamos un “Te
quiero”, y me sentía completamente perdida.
Puedo mencionarles tus
palabras. “Pero querer a alguien como te quiero, está dificilito te diré”, ¿“No
es obvio? Quiero estar contigo”, “Cariño”, “Sí, es cierto, te quiero”, pero
siento que se mostraría que el olvido no ha llegado.
Me digo que te quiero, te
quiero aún, y que me duele. Que recuerdo tus manos y tu cabello, que recuerdo
tus miradas y el color de tus ojos. No es fácil olvidarte, no entiendo la
razón, simplemente sé que se me es complicado. Puedo escribir como tu voz me
congela, que me parte el corazón, que te escucho hablar y reír, y al saber que
esas risas, que esas palabras ya no están dirigidas a mí, siento un gran vacío.
Tal vez tengan razón, tal
vez sí me enamoré de ti, no es claro para mí. Pero sí tengo claro que te quise,
que amé cada momento que me diste y que desee que durará lo suficiente para
perderme en ti.
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